Economía agrícola o economía agraria
es la rama de la ciencia económica que estudia la especificidad del
sector agropecuario y sus múltiples interrelaciones con el conjunto de
la economía.
En la economía agrícola
se aplicó originalmente los principios de la economía a la agricultura y
la ganadería, una disciplina conocida como «agronómica o agronomía».
La
agronomía como rama de la economía se ocupa específicamente de uso de
tierra y la aplicación de los métodos económicos para optimizar las
decisiones tomadas por los productores agropecuarios. Se centra en cómo
maximizar el rendimiento de las cosechas a la vez que se sostenga el
ecosistema del suelo. A lo largo del siglo XX la disciplina se amplió y
su alcance actual es mucho más amplio. La economía agrícola incluye hoy
una variedad de áreas aplicadas, teniendo considerables intersecciones
con la economía convencional.
Actualmente,
la Asociación Internacional de Economistas Agrícolas (IAAE, por sus
siglas en inglés). Fue fundada en 1929 en la Primera Conferencia
Internacional de Economistas Agrícolas en Dartington Hall.
Un
gran precursor de la economía agrícola, con el enfoque del productor
agrícola, fue Olivier de Serres (1539-1619), en su obra fundadora de la
Agronomía, El Teatro de la agricultura y los campos de cría.
Renta del suelo
Los
economistas propiamente dichos se ocuparon más al principio de las
interrelaciones del sector con el sistema económico, problema abordado
por François Quesnay (1694-1774) en el modelo fisiócrata según el cual
solamente las actividades del sector primario, como la agricultura, son
productivas y generan la renta al propietario de la tierra y las
ganancias al otro sector, comercial, financiero e industrial.
Posteriormente
el tema de la renta del suelo centró muchas de las discusiones sobre
economía agraria. Adam Smith (1723-1790) consideró que la tierra como
bien escaso genera una renta semejante a la de todo monopolio.
Karl
Marx optó por distinguir entre la "renta absoluta" que resulta de la
concentración de la propiedad de la tierra y la "renta diferencial" que
resulta de la calidad y localización del suelo.
Henry
Charles Carey (1793-1879) desde Estados Unidos cuestionó las tesis de
Smith sobre la renta en cuanto que consideró que siempre habría
disponibles tierras de calidad y tecnología que permitiera producir más.
Carey mostraba como alternativa al modelo europeo, el modelo
estadounidense de tierras disponibles y proteccionismo. El italiano
Francesco Ferrara (1810-1850) acogió las tesis de Carey sobre la renta y
la asimilación de la tierra a una mercancía cualquiera que solamente se
valoriza por el aporte del capital y el trabajo, pero abogó por el
libre comercio y las extensión de los análisis de mercado a la economía
agraria.
El espacio agrario
Teoría de la localización de von Thünen.
Modelo de von Thünen de usos del suelo agrícola. El punto negro representa una ciudad.
1) Agricultura intensiva (en blanco).
2) Bosques para leña.
3) Agricultura extensiva, campos de cultivo.
4) Ganadería extensiva.
1) Agricultura intensiva (en blanco).
2) Bosques para leña.
3) Agricultura extensiva, campos de cultivo.
4) Ganadería extensiva.
Johann
Heinrich von Thünen (1783-1850) hizo un aporte decisivo a la economía
agrícola con su teoría de la localización, basada en el supuesto según
el cual, si la actividad agrícola se pudiese concentrar, como la
producción industrial, se situaría cerca del mercado, enfatizando la
importancia de la renta de localización, que sin negar otros factores,
postulaba como elemento más importante para configurar el territorio
agropecuario.
Un
campo de la economía agropecuaria es el de la especificidad de los
mercados del sector. Al principio simplemente se estudió la aplicación
de las leyes de la oferta y la demanda; sin embargo, el fenómeno
esencial de la formación de precios en telaraña fue descrito en 1930, en
forma independiente, por Henry Schultz,
Jan Tinbergen y Umberto Ricci. C uatro
años después, Nicolás Kaldor llamó la atención sobre estos análisis,
que denominó de "telaraña", y mostró su relación con la determinación
del equilibrio en aquellos casos en que los ajustes son completamente
discontinuos. Wassily Leontief.
Sobre
este cimiento se ha ido construyendo una teoría de los mercados
agrarios que busca determinar sus características fundamentales y
tendencias evolutivas.
La formulación del teorema en 1938, correspondió a Mordecai Ezekiel.
El
fenómeno del alza mundial de los precios de los alimentos,
correlacionado con la expansión de la producción de agrocombustibles y
las transacciones a largo plazo, obliga hoy ha combinar los modelos de
telaraña con los análisis generales mundiales de los mercados y las
finanzas.
El teorema de la telaraña explica el modelo general que sigue la formación de los precios de los productos cuya oferta se establece en función del precio de mercado observado en el período inmediatamente anterior (sea este un día, semana, temporada, año, etc).
Escala de la producción
Los economistas aplicaron los postulados clásicos de economía de escala
al sector agropecuario para predecir el triunfo de la gran producción
en el sector, como en el resto de la economía, tan solo limitada por la ley de los rendimientos decrecientes,
es decir por la proporcionalidad en el incremento de los distintos
factores productivos. Esto que fue especialmente cierto en el caso de la
agroindustria,
pero Thünen mostró sin embargo, datos empíricos que mostraban un
incremento de pérdidas a medida que se aumentaba la extensión de las
propiedades rurales. Este fenómeno podía ser causado por los
rendimientos decrecientes, pero Karl Kautsky (1898)14
demostró que el avance tecnológico permite instaurar la ganadería y
agricultura intensivas que logran alta productividad en pequeñas
extensiones y además, cómo el latifundio
constituye una traba para la innovación tecnológica al imponer rentas
del suelo muy altas, por lo cual "la gran explotación no es
necesariamente la mejor". Vladimir Lenin (1907)15
consideró que la gran producción agropecuaria puede establecerse a
partir de grandes propiedades como en el modelo inglés o alemán (junker)
o a partir de las explotaciones de los granjeros libres del pago de
renta de la tierra, como en el modelo estadounidense del siglo XIX (farmer) y consideró más rápido y eficaz el modelo democrático estadounidense.
Alexander Chayanov (1888-1937) estudió la especificidad de la economía campesina,
la organización de la unidad productiva familiar; sus objetivos y
planes; la circulación de capital y riqueza dentro de ella; la relación
entre tierra, capital, trabajo y familia; las consecuencias de todo ello
para la economía nacional e internacional y la articulación de la
economía campesina con el conjunto económico. La investigación de Chayanov contribuyó revalorar el aporte de los campesinos a la economía y explicar la heterogenidad de las formas de producción agropecuarias contemporáneas.
En contraste, Jacob Viner (1950)
concibió la agricultura campesina como uno de los factores de atraso
que generan pobreza. Discípulos suyos concretaron una visión del
campesino como agricultor primitivo que constituye una competencia
insalvable para la mecanización agrícola y para la movilización de mano de obra hacia la industria. Esta visión se enfrentó en América Latina, Asia y África con las tesis y propuestas del desarrollo basado en la reforma agraria, que tuvo exponentes notables en el chileno Jacques Chonchol y el colombiano Antonio García Nossa. El sueco Gunnar Myrdal
(1957) ha respondido a la visión de Viner, recalcando la importancia de
reducir la brecha entre pobres y ricos y de considerar los riesgos y
compensar los impactos que para los países subdesarrollados conllevan
las relaciones comerciales con los países desarrollados.
Vandana Shiva en Colonia, 2007.
Más allá del debate sobre la redistribución de la propiedad de la tierra, Vandana Shiva (2006) ha cuestionado todo el modelo de gran producción agropecuaria y el cambio tecnológico que lo ha acompañado -la revolución verde- y ha contabilizado los costos
ambientales y otros costos no pagados por los agronegocios, que al
permitir el consumo gratuito de recursos garantizan una rentabilidad
privada a costa de un enorme costo social e impacto ambiental.
Política económica
Todos las polémicas teóricas han confluido en el plano de la política económica. A comienzos del siglo XX
en Estados Unidos aumentó progresivamente la influencia de las tesis de
Carey sobre la necesidad de intervención del estado para fomentar la
producción agropecuaria y remover los obstáculos que impiden el progreso
de las comunidades y naciones.21 Henry Charles Taylor (1873-1969) estableció por primera vez un departamento de Economía Agrícola en 1903, en la Universidad de Wisconsin-Madison, que publicó regularmente un boletín de la disciplina y se convirtió en un baluarte para la política económica del estado de Wisconsin.Taylor trabajó en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos desde 1919,
fundó allí la oficina de economía agrícola y el servicio de
investigación agrícola y de mercados, fortalecidos en las décadas
siguientes. En 1926
debió regresar a la vida académica al rechazar el gobierno la política
de sustentación de precios y subsidios que el Secretario del
Departamento de Agricultura proponía para enfrentar la crisis agrícola.
Sin embargo, tanto los servicios de información e investigación como las
políticas de precios y subsidios se impusieron en la vida posterior del
país, tras la Gran Depresión y el establecimiento del New Deal y fueron repicados después de la II Guerra Mundial en Europa y Japón.
También los años 20 a 30 fueron escenario de las grandes polémicas sobre política agraria en la Unión Soviética.
Sistemas económicos diferentes pero interrogantes similares sobre el
papel de la pequeña y la gran producción y el papel del estado para
pasar de una a otra. Evgeni Prebrazhenski (1926) defendió la colectivización rápida del sector agropecuario en aras de una
"acumulación originaria socialista". Chayanov en cambio, esde el
Instituto de Investigación Científica de la Economía Agrícola defendía
el papel de la economía campesina en el nuevo sistema. En medio de
vaivenes se impuso desde 1929 la colectivización forzada.
En otras partes el debate de las visiones de Myrdal y Viner repercutía de una u otra forma en las políticas agropecuarias. Theodore Schultz (1902-1998), notable economista agrario, autor de La organización económica de la agricultura (1953) y
de Modernización de la agricultura (1964) examinó la economía de
desarrollo como problema relacionado directamente con la agricultura
Schultz contribuyó además a instituir la econometría como herramienta para el análisis de la economía agrícola; él observó en un notable artículo en 1956,
que el análisis del abastecimiento agrícola estaba "arraigado en arena
movediza" y era necesario darle bases sólidas para que fuera acertado.
Actualmente, los debates se centran en la política agropecuaria global,
la combinación de los subsidios a las exportaciones agropecuarias de los
países desarrollados y el libre comercio con el consiguiente incremento
de las importaciones de alimento en los países en desarrollo, en un escenario de alza de sus precios internacionales.
La
explosión del comercio internacional y los ingresos globales significa
que la agricultura puede crecer al 4-6 por ciento (50 por ciento más de
lo que era concebible hace tres décadas), aún en los casos en que el
ingreso interno es demasiado bajo como para ampliar el mercado de los
productos de alto valor.
Otras
razones para el fuerte efecto del crecimiento agrícola sobre el de toda
la economía surgen de las estructuras del ingreso y del consumo en las
zonas rurales: 1) dado que la población rural es en promedio más pobre
que la urbana, su propensión a gastar los ingresos adicionales, en lugar
de ahorrarlos, es más elevada, y 2) la composición de sus gastos da
proporcionalmente mayor peso a los bienes nacionales que a los
importados, a diferencia del comportamiento de los consumidores urbanos.
Estos hechos son la base del alto efecto multiplicador sobre el ingreso
global como consecuencia de aumentos de los ingresos agrícolas y
rurales, detectado en muchos países.
Una
parte del estímulo positivo del crecimiento agrícola consiste en la
creación de mercados para productos y servicios rurales no agrícolas,
diversificando la base económica del medio rural. A medida que las
economías crecen, las actividades no agrícolas adquieren creciente
importancia en las zonas rurales. Su desarrollo, sin embargo, depende en
parte del crecimiento agrícola. Los dos se complementan, no se
sustituyen, en el desarrollo rural.
Debe
existir un equilibrio entre la producción total del país, las tasas de
interés, la inversión, el consumo, los salarios, los precios etc. El
adecuado manejo de la economía tiene que dar como resultado el
crecimiento y desarrollo económico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario