El
23 de febrero, un equipo científico de Escocia presentó a la primera
oveja creada por la técnica de donación genomica a partir de una sola
célula de la madre.
Un año antes, el mismo equipo, dirigido por Ian Wilmut, había conseguido cinco ovejas por donación de un único embrión.
La diferencia en el caso de Dolly es que ahora no fue necesaria la fertilización con un espermatozoide.
Dolly
fue creada con una célula de la ubre de la oveja y un óvulo que
permitió leer la información genética que trae el núcleo de la célula.
Aunque
hubo otros experimentos similares (la primera vaca por donación fue
creada en 1986, se realizaron experimentos similares con ranas y la
técnica es de 1967), la aparición de Dolly provocó un amplio debate
sobre los alcances de la donación.
Wilmut aseguró que la donación era imposible en humanos.
La
genética y la biotecnología podrían constituir la base para formidables
negocios en las áreas del agro, la ganadería y la industria
farmacéutica, entre otras.
Meses después del nacimiento de Dolly, apareció la primera oveja transgénica (que posee un gen humano): Polly.
Un
año después de este experimento, Dolly tuvo cría. Se trata de Bonnie,
de 2,7 kilos, que nació el 13 de abril de 1998 (Dolly había sido
apareada naturalmente con un carnero a fines de 1997).
En
1998 hubo más casos de donación. Entre ellos, el de la ternerita
Marguerite, que nació el 20 de febrero de ese año. Fue donada por un
grupo de científicos franceses a partir de la célula de un feto de 60
días. También nacieron terneros donados en Estados Unidos y hubo
experimentos similares con monos y ratones.
EL AUTOR DE LA CLONACION DE DOLLY
Ian
Wilmut nació en HamptonLucey, Inglaterra el 7 de julio de 1944, estudio
agricultura en la Universidad de Nottingham, centrado su interés en la
embriología. Él comenzó a concentrarse en la ingeniería genética de los
animales y recibió su doctorado en la Universidad de Cambridge en 1971.
Desde su trabajo post-doctoral, que ha estado a la vanguardia de la
investigación genética. En 1973 fue parte del equipo que elaboró el
primer ternero de un embrión congelado, un animal que el equipo llamó
Frosty. En 1974 se unió a un proyecto para la cría de animales en la
Estación de Investigación en Edimburgo, Escocia, una organización sin
fines de lucro afiliada a la Universidad de Edimburgo. Que hoy se conoce
como el Instituto Roslin. A Ian Wilmut se le informa que un embriólogo
danés había logrado producir una oveja a partir de las células de un
embrión de cordero ya en desarrollo y comienza a explorar la posibilidad
de clonar una oveja a partir de células de una oveja adulta.
La célula de la que venía Dolly
era una célula ya diferenciada o especializada, procedente de un tejido
concreto, la glándula mamaria, de un animal adulto (una oveja Fin
Dorset de seis años), lo cual suponía una novedad. Hasta ese momento se
creía que sólo se podían obtener clones de una célula embrionaria, es
decir, no especializada.
Dolly,
causo gran impresión en el mundo científico ya que fue el único cordero
resultante de 277 fusiones de óvulos anucleados con núcleos de células
mamarias. Dolly tuvo 6 hijos.
Dolly
vivió siempre en el Instituto Roslin. Allí fue cruzada con un macho
Welsh Mountain para producir seis crías en total. De su primer parto
nace "Bonnie", en abril de 1998. Al año siguiente, Dolly produce
mellizos: "Sally" & "Rosie", y en el siguiente parto trillizos:
"Lucy", "Darcy" & "Cotton". En el otoño de 2001, a
los cinco años, Dolly desarrollo artritis comenzando a caminar
dolorosamente, siendo tratada exitosamente con medicamentos
antiinflamatorios.
El
14 de febrero de 2003, Dolly fue sacrificada debido a una enfermedad
progresiva pulmonar. Piénsese que un animal de la raza Finn Dorset como
era Dolly tiene una expectativa de vida de cerca de 11 a
12 años, pero Dolly vivió sólo seis años y medio. La necropsia mostró
que tenía una forma de cáncer de pulmón llamada Jaagsiekte, que es una
enfermedad de ovejas, y está causada por el retrovirus JSRV. Los
técnicos de Roslin no han podido certificar que haya conexión entre esa
muerte prematura y el ser clon, pues otras ovejas de la misma manada
sufrieron y murieron de la misma enfermedad. Tales enfermedades
pulmonares son un particular peligro en las estabulaciones internas,
como fue la de Dolly por razones de seguridad.
Sin
embargo, algunos han especulado que había un factor agravante al deceso
de Dolly y era que tenía una edad genética de seis años, la misma edad
de la oveja de la cual fue clonada.Una base para esta idea fue el
hallazgo de sus telómeros cortos, que son generalmente el resultado del
proceso de envejecimiento. Sin embargo, el Roslin Institute ha
establecido que los controles intensivos de su salud no revelaron
ninguna anormalidad en Dolly que pudieran pensar en envejecimiento
prematuro.
En
noviembre de 2007, Wilmut decidió apostar por el desarrollo de un
método para obtener células madre tan versátiles como las embrionarias,
sin clonar seres humanos. Declaró al diario británico Daily Telegraph
que tiene previsto abandonar la técnica de clonación que empleó para
duplicar los genes del animal mediante transferencia de núcleo, en favor
de un sistema alternativo que están desarrollando en la actualidad
científicos japoneses y que puede ser más aceptable.
El
experto declaró al diario británico Daily Telegraph que tiene previsto
abandonar la técnica de clonación que empleó para duplicar los genes del
animal mediante transferencia de núcleo, en favor de un sistema
alternativo que están desarrollando en la actualidad científicos
japoneses y que puede ser más aceptable.
El
método de transferencia de núcleo, por el cual el ADN de una célula
adulta se inserta en un óvulo vacío al que se estimula por medio de
electricidad, es una técnica que, para Wilumt, desperdicia demasiado
material genético como para resultar rentable.
"Dada
la escasa eficiencia, uno termina preguntándose durante cuánto tiempo
la transferencia de núcleo será considerado un método útil", indicó.
En este sentido, reveló que apostará por el método alternativo que
es desarrollado por el japonés Shinya Yamakana en la Universidad de
Tokio. Su método implica revertir el desarrollo de las células de la
piel hasta convertirlas, de nuevo, en células madre, capaces de asumir
cualquier tipo de función biológica. En los primeros experimentos, el
equipo de científicos japoneses ha conseguido esta inversión añadiendo
virus a las células de la piel de ratones.
Para
Wilmut, este procedimiento supone el futuro de la investigación celular
y con el tiempo permitiría reparar cualquier tipo de daño en tejidos
epiteliales, musculares o cerebrales sin recurrir al uso de óvulos ni
embriones.
Procedimient: Cómo se hizo Dolly
Dolly
ha sido el primer animal clonado, es decir, generado a partir de una
célula diferenciada o somática, sin que hubiese fecundación. Esa célula
procedía de un cultivo de células obtenidas a partir de la ubre de la
oveja que se quería clonar. Las células de un determinado tejido cuando
se mantienen vivas fuera del cuerpo -en cultivo-, no dan espontáneamente
embriones, sino más células diferenciadas como ellas: no “recuerdan”
cómo se lleva a cabo el programa embrionario.
Para lograr que una de esas células “recuperase la memoria” y diera lugar a un nuevo ser, se recurrió a una técnica denominada transferencia nuclear :
Se extrajo el núcleo de la célula mamaria que es la parte que contiene el ADN y por tanto la información y, mediante impulsos eléctricos, se fusionó con el citoplasma de un óvulo de la oveja donante al que previamente se había eliminado el núcleo. Se
utilizó un óvulo porque es una célula equipada para el desarrollo
embrionario, y su citoplasma (el contenido que rodea al núcleo) vendría a
ser de algún modo el entorno adecuado para que el núcleo de la célula
adulta se reprogramara. Y, en efecto, así fue: Con los mismos impulsos se activó al óvulo para que comenzara su división, esa célula se transformó en un embrión unicelular y comenzó el sofisticado programa embrionario, tal y como lo hacen los óvulos fertilizados en un proceso natural de reproducción. Tras seis dias de cresimiento in vitro, se transformó en un embrión unicelular y comenzó el sofisticado programa embrionario, el cual fue implantado en el útero de una tercera oveja, la madre sustituta, que tras un periodo normal de gestación, 148 días dio a luz a Dolly: una oveja exactamente igual a su madre genética.
El
proceso de obtención de Dolly fue muy costoso, y en la actualidad no se
ha mejorado mucho. Dolly fue el único resultado positivo de 277
intentos, a partir de los cuales se consiguieron 29 embriones, muchos de
estos no llegaron a desarrollarse y otros murieron al poco de nacer.
Con
todo, Dolly fue un logro científico muy importante. Demostró que hay
más de un modo de obtener nuevos animales. Por un lado tendríamos la
reproducción natural, que es sexual y que produce diversidad; y, por
otro, la clonación: una reproducción artificial, asexual, y que da lugar
a individuos idénticos.
Desde
el punto de vista técnico, los animales clonados también han presentado
problemas: además de presentar un porcentaje mayor de malformaciones,
padecen con frecuencia un síndrome que se manifiesta en que su tamaño es
mayor de lo normal, y que tiene consecuencias negativas para su salud y
desarrollo.
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